
PERSPECTIVA CIENTÍFICA https://doi.org/10.64385/JYBA3585
VOL. 2, NUM. 2, JULIO – DICIEMBRE 2025 ISSN: 3007-9500 E-ISSN: 3007-9497
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Repensar el nacimiento de la psicología como ciencia: una lectura caparrociana del tratado del
hombre de descartes. Vera, Roger; pp. 54-61
mientras que Descartes separó con claridad los ámbitos del cuerpo y de la mente, de
tal suerte que ciertos movimientos corpóreos, como el del corazón, se pueden llevar
a cabo con independencia de las funciones mentales; y, por último, que ante las
objeciones de la comunidad cientíca Descartes no responde a todas, por ejemplo
cuando no explica el funcionamiento de los pulmones (Laguna, 2015).
Labels. El Tratado es considerado el primer libro europeo de siología, en este
sentido, tal etiqueta ayuda a cierta separación con respecto a las obras losócas.
Sin embargo, como bien se mencionó, los supuestos losócos atropellan desde
las primeras líneas. Aunque este no sea el objetivo de Descartes, se debe entender
que la sistematización del contenido losóco con el estrictamente cientíco le daba
cierto grado de coherencia a las armaciones cartesianas.
Relationships. Tenemos que anotar que en el Tratado existe una relación entre
losofía y ciencia, pero tal relación no va a la par. Mientras avancemos con la lectura,
el lósofo va a comprometer la labor del cientíco tantas veces como intente
explicar el funcionamiento del cuerpo humano, principalmente cuando se reera
a conceptos tediosos que no se va a detener a explicar como “espíritus animales” y
“glándula pineal”. Aun así, el cientíco toma la batuta hasta cierto punto en el que los
compromisos especulativos y cientícos pueden identicarse aunque no separarse
totalmente. En otras palabras, mientras la ciencia hace todo lo posible para ir en
camino recto ante las nuevas preguntas, la losofía se detiene y muchas veces vuelve
atrás. En este sentido, parece más negativo que positivo el actuar especulativo,
sin embargo este permite surgir formulaciones cientícas que pueden estudiarse
individualmente, por lo menos de forma parcial, lo que resulta como aporte, por
ejemplo, al momento de estudiar los precedentes de una teoría del sistema nervioso
o de los actos reejos, a pesar de que se tendrá que encomillar los espíritus animales
al momento de compararlos como objeto de transmisión de la información a través
de la red nerviosa.
CONCLUSIONES
Al nalizar la aplicación y análisis en clave caparrociana, nos permitimos concluir
que en el Tratado del Hombre convergen compromisos teóricos que permiten dar
cuenta de su posibilidad como precedente losóco-cientíco, diferencias en la
recepción por parte de la comunidad losóca y cientíca en su época original, una
consecuente imagen separatista del contenido losóco frente al siológico y, a
pesar de esto, los sucientes elementos para repensar la interrelación entre losofía,
siología y psicología. En este sentido, este trabajo no solo propone una relectura del
Tratado del Hombre, sino también una invitación a reconsiderar los marcos con los
que evaluamos históricamente la psicología. Superar el presentismo y las etiquetas